La postura es la relación espacial entre dos o más segmentos corporales, mientras que la colocación es una actitud global en la que el cuerpo se encuentra.
Adoptar una postura correcta supone la construcción de un mapa neuromuscular en el cerebro y en el cerebelo que nos permite volver a esa posición de ‘reposo postural’ en las diferentes colocaciones que adopta el cuerpo en reposo o en movimiento (sentado, de pie o en las actividades diarias).Por ello, cuando existe alguna alteración postural no basta con el tratamiento ‘mecanicista’ de estirar los músculos contraídos y fortalecer la musculatura debilitada, sino que hay que ir más allá, involucrando la propiocepción, nuestro esquema corporal (cómo nos movemos, sentimos, desde dentro).
La influencia propioceptiva más importante para la columna proviene de los receptores de la planta del pie, de los músculos del cuello y de la zona sacroilíaca.
La columna vertebral (C.V.) presenta en el plano sagital tres cuvarturas: dos de concavidad posterior en la cervicales y las lumbares (lordosis), y una convexidad posterior en las dorsales (cifosis).
La patología derivada de la postura erecta y, especialmente de las posiciones de sentado y poco activas es muy frecuente. Las curvaturas fisiológicas tienden a aumentar y la cifosis fisiológica pasa a ser una hipercifosis patológica. Otro exceso de curvatura es el de hiperlordosis lumbar, que, a veces, coexiste con un sacro horizontalizado lo que provoca frecuentes molestias lumbosacras.
Para la correccion postural hay varias cuestiones a considerar previamente:
– Mayor o menor flexibilidad-rigidez de la columna.
– Valoración de la posibilidad de correccion real del trastorno postural
– Edad de inicio del problema
– Factores congénitos.
Hay ciertas patologías que de entrada debemos considerar, que hay pocas posibilidades de corrección y, por tanto, el planteamiento deberá ir redirigido a evitar un deterioro mayor. En el caso de que consideremos que hay posibilidades de correción, las acciones dirigidas a tratar los problemas posturales de la columna deben de tener en cosideración silmutánea dos niveles de actuación:
1- Planteamiento mecanicista:
Trata de flexibilizar las zonas mas rígidas, reducir las tensiones musculares, realinear los segmentos desviados, fortalecer la musculatura correctora de la desviación y estabilizar la columna una vez se encuentre realineada.
2- Planteamiento neurológico:
Trata de mejorar el control automático de la postura y la conciencia corporal de una buena postura y detectar una mala postura o desequilibrio postural, un exceso de tensión muscular o mna laxitud. Se trata aquí de sustituir un ‘mapa neuromotor’ aprendido por otro nuevo mejorado y aprehendido, con mayor hincapié en propiocepción y en la integración postural del movimiento.
En el plan de ejercicios, es clave, la auto-corrección, colocando y descolocando la postura correcta para aprender las diferentes sensaciones que nos envían los mecano-receptores propioceptivos.
CIFOSIS PATOLÓGICA O ‘JOROBA’.
Aunque la cifosis dorsal es una curvatura fisiológica y normal de la columna, en los problemas posturales nos referimos a ella cuando sobrepasa los 50º. Para diseñar un buen tratamiento vale la pena distinguir entre:
a) Cifosis flexibles o posturales: Resultado de una mala postura. Se puede corregir en un 25% de su anomalía.
b) Cifosis estructural: La curva muestra un patrón agudo de joroba o giba, muy dificil de corregir. La forma más común es la enfermedad de Scheurmann (70% de los casos), la artrosis o la espondilitis anquilopoyética.
c) Cifosis secundaria: Como resultado de otro problema en la columna.
TRATAMIENTO TERAPEUTICO CON PILATES
El objetivo va a ser la reeducación global de la actitud postural:
1-Alineamiento correcto de la columna, pelvis, cabeza y hombros. Enlongaciones axiales, evitando la extensión de la columna cervical (evitar las compensaciones de las costillas). La toma de conciencia postural será clave para la autocorrección.
2-Ejercicios de Flexibilidad y Propioceptivos. Flexibilizar las zonas acortadas tanto pasiva como activamente, de las articulaciones cervicales y dorsales, y estiramientos de los pectorales, recto abdominal, músculos del cuello e isquiosurales. Utilizar bosus, fitbals y cilindros de ayuda al estiramiento.
Habrá que promover la propiocepción con ejercicios en los que las vértebras y la cabeza reciban información de su colocación, como sobre un cilindro de espuma, un balón, la pared o el propio tacto del preparador físico o fisioterapeuta.
3-Fortalecimiento de los musculos correctores de la cifosis: Extensores de columna, estabilizadores de escápula y compensadores de la posición deficiente de la zona lumbar. La metodología de entrenamiento será: Poco peso, y mucha repetición para ganar fuerza resistencia. Posteriormente, se podrá ir incrementando la carga en función de la adaptación del sujeto.
4-Ejercicios respiratorios que ayuden a corregir la postura mecánica de la columna y la caja torácica. Hay que hacer relajación en decúbito supino para que se estiren los tejidos fibrosos pasivamente; para aumentar la amplitud torácica en los tres planos anatómicos ( esto va a permitir
5-Consejos posturales:
- Evitar los asientos bajos, acentuán la curva.
- Sentarse apoyando los isquiones, en lugar de con el sacro.
- Adecuar la altura de las sillas y las mesas.
- Evitar dormir con almohadas voluminosas.
- Hacer deporte que implique alargamiento y extensión (natación, basket, voleibol).
- Evitar los deportes que impliquen extensión de columna (ciclismo, motociclismo, piraguismo)
HIPERLORDOSIS
Es el aumento de la curva lumbar debido a una pelvis anversa, un sacro horizontalizado, una antepulsión del sacro o una combinación de ellas.
Las causas son:
- Predisposición genética
- Acortamiento de los flexores de cadera (mucho tiempo sentados, o tú deporte en cuestión).
- Laxitud abdominal del transverso abdominal ‘tripa cervecera’.
La posición mantenida de la pelvis en anteversión lleva a la retracción o acortamiento de los ligamentos anteriores de la cadera, de los musculos flexores (psoas ilíaco y recto anterior) y de la masa sacrolumbar.
La amplitud de la curva va aumentando hasta llegar a comprometer a las vertebras en extensión por el choque de las apófisis espinosas (estresan sobre todo los pedículos del arco posterior en L5), y a los músculos y fascias favoreciendo la espondilolisis y la distensión muscular de las lumbares en flexión.
Las hiperlordosis pueden ser controladas en la mayoría de los casos, pero en ocasiones derivan a una ‘espalda oscilante’ produciendo una hipercifosis compensatoria.
TRATAMIENTO TERAPEUTICO CON PILATES
1- Mejorar la colocación de la pelvis y automatizarla la posición correcta en las actividades diarias. Colocar a la pelvis en posición neutra, y en algunos momentos del entrenamiento en retroversión para estirar la zona contraída.
2-Flexibilizar las estructuras rigidificadas: la masa común sacrolumbar, las fascias anexas, el psoas ilíaco, el recto anterior (se pueden utilizar fitballs, rodillos, etc…)
3- Fortalecer la musculatura abdominal (sobre todo el transverso), el glúteo mayor y los isquitibiales (musculatura antagonistas de la anteversión).
4- Sensibilización propioceptiva desde la zona sacroilíaca ( y pubocoxígea), para conseguir llegar un buen control durante las acciones que asemejan gastos cotidianos o deportivos.
BIBLIOGRAFÍA
Bosco, J (2012). Curso Universitario de Pilates Terapéutico para la rehabilitación del aparato locomotor., Ed: Panamericana. Madrid.
1-Corregir los problemas biomecánicos y de entrenamiento:
– Interrumpir o disminuir el kilometraje
– Interrumpir las cuestas, y/o correr por superficies que amortigüen el impacto (césped, arena de playa).
– Estudiar los aspectos del entrenamiento: Intensidad, volumen, pausa, recuperación.
– Valorar si existen dismetrías en la piernas; para una dismetría de longitud de 1/2 pulgada, proba primero con soportes plantares en el talón de 1/4 de pulgada; si no hay mejoría, pasar a los soporte de 1/2 pulgada. (una corrección rápida de dismetría puede originar otros problemas)
– Analizar el calzado, la pisada, el pie (corregir la hiperpronación y la torsión funcional del tendón)
– En ocasiones es recomendable utilizar una ortesis que se coloca en el retropié medial y/o reblandecer la pisada con soportes plantares en el talón.
2-Iniciar un programa de estiramientos de cadenas musculares:
– Cadena posterior: fascia plantar, gastronemios, sóleos, cintilla iliotibial, vasto externo, rotadores de pelvis.
3- Administracion de antinflamatorios, siempre pasadas las 48 horas desde la inflamación.
4- Crioterapia (masaje con hielo en sesiones de 20′ no mas de 5 al dia)
5- Prescripción de ejercicio físico:
– Realizar actividades de bajo impacto y que permitan mantener una intensidad cardiovascular lo más parecida a la de competición: Natación, Bicicleta, Joggin,…
– Ejercicios concéntricos de potenciación del tren inferior: cuádriceps, isquiotibiales, glúteo, aductores.
– A las 2-3 semanas de la lesión o inflamación se deberán realizar ejercicios excéntricos del tendón de aquiles. (ejercicios excéntricos de gemelos). http://www.asfid.es/trabajo-excentrico-para-rehabilitar-gemelos/
– Flexión plantar con bandas elásticas.
Bibliografía:
Brent, S y Wilk, E. (2005): Rehabilitación ortopédica clínica. Edide S.L. Madrid.